Hace unas semanas con Fernanda, mi compañera de memoria, tuvimos que entrevistar a dos personas. La primera de ellas fue un microempresario que realizó el programa de gestión y emprendimiento, la segunda persona sólo debía cumplir el requisito de ser microempresaria.
Así llegamos al señor X (primer caso, emprendedor) y la señora Y (segundo caso, microempresaria). Pero más que ver diferencias en el negocio en sí, en resultados en torno a ganancias, lo que más me llamó la atención fue la predisposición de cada uno frente a su labor. Si para el señor X su negocio había cambiado en algún ámbito en la relación con los clientes y desde allí todo se percibía más positivo, para la señora Y su lema podría ser "así es la cosa", teniendo una visión más negativa sobre su presente. Esta señora tenía un ánimo que realmente conmovía, se traspasaba su tristeza. Ella sabía que algo tenía que hacer, que sólo ella era la responsable, pero qué? Sólo se quedaba en esas palabras: hay que hacer algo; pero la hora de actuar se percibía muy lejana. Ella nos decía que tenía que formarme las ganas, tener más ánimo porque hoy no lo tenía, y ahí haría algo... Cuando?
Entonces, en qué quedamos? "Es así la cosa o no es así la cosa"? Pareciera que no hay que conformarse tan fácilmente, pero más que tener en claro esto, hay que saber en el fondo qué es lo que se debe hacer.. y tener realmente las ganas y la energía para finalmente hacer lo que hay que hacer.. actuar!
Rosario Acevedo G.